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MENSAJE ÁNGEL DE LA ESTRELLA
2014
CAMBIO DE MANDO 2016
Mi familia me ha acompañado a
entregar este encargo, a decir verdad aun no sabía si el silencio hubiese sido
lo más consecuente por que me sigo preguntando cómo hacemos para devolver tanto
amor; no se puede llamar de otra manera: gracias mi ciudad, gracias Latacunga.
Desde la encomienda que abocó en
tal designación me he propuesto a vivir mi vida lo mejor posible, digno y
merecedor para ratificar mi gratitud a los jóvenes de mi ciudad, a la gente de
a pie, quienes han dicho con su abrazo y sonrisa que su representatividad ha
sido correspondida.
Con esa misma responsabilidad he
reflexionado: ¿Qué mismo resulta ser personaje de la Mama Negra? Es
acaso la dedicación y el valor del nacionalismo puro y militante, el amor y el
civismo, es la libertad y las buenas costumbres, es la puerta de par en par
hacia el mito y la leyenda, o es el tropezón hacia lo vulgar, el abucheo y el
olvido, esa otra suerte de quien no merece el encargo y lo ostenta con un ego
falso y arribista; es y lo afirmo una prueba que humildese desde el afecto
popular, desde lo verosímil y el axioma social que se refleja en el designado.
Por eso no todos en la
aspiración más férrea, aún se le encargue o delegue, puede ser o sentirse
personaje, hay que merecerlo no sólo nombrarse, hay que saber "ser".
Al iniciar esa ritualidad que va
desde la aceptación de la "Jocha", hasta este momento
de devolver con creces el encargo que es el Cambio de Mando y el día del franco
desfile por entre las calles, el color y la alegría de una ciudad aferrada a su
costumbre, infundiendo ánimo, vigor, civismo, y devoción.
También es menos cierto que uno
a pesar del paso del tiempo se convierta en Ex Personaje, es
un dejo contradictorio en la intimidad de la aceptación y el designio público
ese adjetivo de vetusto o caduco cuando se refieren a los personajes como
"Ex", resulta un gesto despectivo inconsciente: uno se
es personaje para siempre, para toda la vida; uno debe referirse es más bien al
año con sus días y sus noches con toda su rutina cotidiana.
Ser personaje de esta fiesta no
resulta cualquier cosa, es un alto honor ciudadano que marca para siempre ese
fino y delgado hilo de mito y realidad, de mística y de identidad, una alquimia
(...) entonces, Querido Hermano Esteban Naranjo sé merecedor de este encargo.
Sé merecedor de la gracia y la buena noticia, sé el portador de la esperanza y
el mensaje mediante coplas y alabanzas, sé conciliador y que siempre la
esperanza y la solidaridad nos una con la patrona de esta ciudad que también te
vio nacer, la Virgen de Mercedes.
Que a través del cetro de la
estrella el legado de lo etéreo, el signo de la palabra inmaculada; todo lo que
asiste en la medida de lo posible representes a toda la juventud latacungueña
con ejemplo y humildad; porque sí somos todo lo que soñamos, sí somos la
raíz de lo que siempre hemos sido.
Somos Vicente León, somos Juan
Abel Echeverría, somos Victoria Vásconez Cuvi, somos filantropía, somos
presente y porvenir, somos sangre y anhelo, somos mística y tradición, somos
trabajo, esfuerzo, mente e ilusión, somos el arado, el surco y la semilla,
somos la poesía el trabajo y la honestidad, somos vecindario y afecto
latacungueño.
Somos legado, patrimonio,
ciudad, flor, aroma y tradición; llevaré para siempre en mi memoria la magia de
la fiesta de la Mama Negra. La alegría de ser parte de un acto singular, que
solo se realiza en esta ciudad; de haber sentido vibrar el corazón con la música
y las camaretas, de haberme asustado cuando niño con los huacos, de saborear
los caramelos de las Camisonas, y de alguna vez haber sido sorprendido por la
Mama Negra con la leche que lanza a los despistados entre vivas por la ciudad.
Porque hay algo cierto después de vivir esta fiesta, les aseguro, la vida
cambia y para siempre.
Quiero agradecer a la memoria de
Luz Edelina Heredia dos veces madre, mi ángel. A Zoila María y Flavio Adán
abrazados en una fotografía; a mi familia Rengifo y Robayo, febril y
robusta como un árbol donde me he guarecido, escampado y aferrado, mástil
y columna.
A la “Ella”, tímidamente serena,
muelle y final del camino, “destinal” como Abaddón aleteando la
ciudad. A “Ella”, simplemente, infinita en la palidez de su negritud, en la
ternura del llamado de mi corazón para auxiliarme en sus esmeros, a su anónimo
y su ascendencia, su afonía y mi grito. Al arte de la amistad, la lealtad y la
complicidad; A los poetas, periodistas, fotógrafos y escritores que
aportaron con su pluma a que éste aleteo trascienda desde el gesto a la
memoria.
A los personajes, a su legado y
memoria: A Byron Burbano Moreno, Marcelo Mogro, Germánico
Alvear y Xavier Estrella, a sus familias, a las esposas y
su prolija dedicación, a quienes hilvanaron el sentido de ganar “otra”
familia, a mis palafreneros, negros loeros, cholas ofrenderas, carishinas,
todos los huacos.
Al decir cariñoso de por siempre
ser: La Mama Negra Bonita; Rey Moro agricultor, artista y escultor; Abanderado
industrial y emprendedor; Capitán formador de juventudes y de profunda
tradición; y de este Ángel de las letras, periodista y escritor, personajes de
la edición de las Bodas de Oro de la fiesta mayor.
A la “Alita” del Ángel (Alison
Veloz Agama) por la sangre y la euforia; a María Mercedes Aldaz Agama por la
extensión de los sueños, particularmente; a Gissela Rosales Quijano por el
tremor del corazón, por la lealtad la convicción y el amor; a Adriana
Belén mi sobrina, a mis hermanos, todas las voces, todas las sangres, por la consecuencia,
el legado, y el porvenir; a tantos que merecen el desborde del párrafo y que
habitan en mi corazón.
Dios les pague ciudad, colosal,
infinita, por haberme permitido verme volar y escribir en su historia el legado
de uno de sus hijos, el mío propio.
!VIVA LATACUNGA!
!VIVA LA VIRGEN DE
MERCEDES!
(Mensaje de Cambio de Mando Miguelángel Rengifo Robayo - Ángel de la Estrella 2014 Martes 1 de Noviembre de 2016)