martes, 10 de mayo de 2011
“Lo demás es silencio”
Callarse también es un derecho humano. Dice mucho sin decir nada.
He recibido un sinnúmero de llamadas y comunicaciones sobre la decisión de callar. Aquella que fue tomada en un tumultuoso ocasionar social donde sin desmedro la cosa se puso color hormiga. Pero no es cuestión de acoso, es una actitud de dignidad.
Hace 16 años la convicción emprendida por el espíritu visionario de Héctor García Palma de brindar a la ciudad de Latacunga, capital de Cotopaxi, y de ésta al corazón del Ecuador a través de las hondas hercianas en el dial 107.7 frecuencia modulada estereo definió el noticiero “Visión informativa” tal hazaña apunto sin intereses protervos ni egocéntricos, mucho menos con intereses lucrativos ni monopolistas, su integralidad a través de un informativo alternativo, ciudadano, con responsabilidad social, y motivador de la crítica y la participación directa del ciudadano común. Una comunicación orientadora y propositiva.
Cada uno de los actores que en ese tramo significativo aportaron con ideas a la construcción de eso que llamamos historia o destino social por derroteros ecuánimes y significativos. “Visión Informativa” ha sido desde su entonces el noticiero ciudadano, propuesta y fortaleza de la opinión pública argumental e integral desde todas las esferas sociales.
Esta política comunicativa que ha sido la columna vertebral de Hechizo FM La radio de la ciudad ha motivado mi participación en estos últimos dos años fortaleciendo el ejercicio periodístico y comunicativo que suma Visión informativa; por tal razón la falta de garantías en el engranaje social y humano nos pone en la situación decisiva de callar esta vez. Sumados en esa convicción humana y privilegiada del silencio, Saramago en una entrevista concedida en el 2004, que sería la primera de una serie interminable de personajes, me comentaba sobre esta herramienta comunicativa, “cuando los tiempos del tropel avasallan las coherencias y lo que destacan son las columnas sensacionalistas y espectaculares de la guerra o de la democracia avasallada, es coherente y mejor dicho urgente callar (…) como una actitud digna, como una capacidad humana de sabiduría” de ese ejemplo quizá refiera mi actitud parca de inmovilidad intelectual cuando esos días aparecen. Silencio.
De una reflexión musical y humana. Cuando a Verdi le consultaron sobre su obra máxima habría contestado eufórico desconcertado si era o no calificativo de obra maestra su música él sólo contesto: “he tocado en el mejor de los silencios posibles”.
Espero lleguen días mejores, días en los cuales este mundo que esta patas arriba acomode su posición y su camino. No es apocalíptico lo que refiero ahora, más bien asumimos la posición de la prudencia, el recato, y la madurez, que reflejan la responsabilidad.
Que el silencio otorga, este nos otorga la madurez y la ecuanimidad, la justeza y la justicia de los actos. Convicciones y prácticas de un periodismo sano y voluntariado.
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