martes, 28 de agosto de 2012

Latacungueñidad: identidad y legado

¿Somos lo que elegimos ser definitivamente? este axioma sartreano sobre la conciencia intencional ha provocado críticas de la opinión pública por la representatividad del ser y sentirnos latacungueños.
La conciencia fenomenológica del gentilicio del que ha nacido en la urbe connota un legado que por antonomasia hemos aprendido en canciones cívicas: Latacunga cuna de los más denodados, los filántropos, sabios y grandes dice el himno de la ciudad.

Solidarios, emprendedores, hospitalarios, cotidianos, amables, cultos, comprometidos, amantes de la tierra que los vio nacer, altruistas, defensores, aguerridos, son extensos los cualitativos para identificar al latacungueño.

Y de sus valores el mayúsculo ícono de identidad es el de aquel que “nació hijo de este pueblo y terminó haciéndose padre de él”, la del latacungueño Vicente León y Argüelles.

Escuché decir a un entrañable latacungueño en la vorágine de una oración fúnebre con acierto que Latacunga es una ciudad propicia y hermosa para vivir, para nacer en ella, que es también una ciudad donde morir, su afirmación reflejada por la tremenda solidaridad del prójimo (del latacungueño) en tales circunstancias.

Ser latacungueño es sinónimo de orgullo y dignidad, es conocer los valores humanos y su legado, seguir el ejemplo marcado de ilustres ciudadanos quienes sirvieron desde distintos escenarios del país a los caros intereses de la verdadera democracia y el renombre de su ciudad natal. El latacungueño es aquel que se ha quedado a vivir la ciudad, a defenderla con su honestidad, respeto y trabajo.

Ad portas de las celebraciones de los latacungueños preocupa como los esfuerzos organizativos, las intenciones, y el buen curso de esta festividad ha marginado el verdadero sentido de devoción, tolerancia, y representatividad de lo que somos.

Latacunga, la ciudad, son sus hijos, sus habitantes, todos quienes en el día a día entregan su mayor esfuerzo, libres de egos falsos, arribismos o excesos. La latacungueñidad no es simplemente un gentilicio, una adjetivación del ciudadano, es saber serlo y sentirlo definitivamente.

lunes, 27 de agosto de 2012

Latacunga patrimonial

Las ciudades convergen ante el abrumador paso del tiempo, crecen en demografía y se expanden en geografía, la movilidad y el urbanismo optimizan concepciones claras de desarrollo y modernidad; con el paso de los años muchos de los edificios patrimoniales han sufrido un deterioro considerable lo que implica una pérdida de la memoria histórica del lugar.

El 25 de Mayo de 1.982 el Dr. Rodrigo Pallares Zaldumbide, Director Nacional del Instituto de Patrimonio Nacional suscribió la Declaratoria del Centro Histórico de Latacunga como bien perteneciente al Patrimonio Cultural del Estado.

Título que goza la ciudad de San Vicente Mártir de Latacunga bajo ciertas consideraciones que a la par deben ser reivindicadas en el proceso integral de la identidad, de las identidades.

Meritorio calificativo que fue otorgado a la ciudad por su ancestro histórico y cultural de importancia en el contexto de Capitales Provinciales del Ecuador, porque su Centro Histórico constituye fundamentalmente una importante muestra de la arquitectura colonial y republicana que posee características de gran calidad artística como conjunto urbano y un entorno paisajístico invalorable que deben ser preservados, conservados, restaurados y revalorizados para ponerlos en función social.

El plan Vive Patrimonio, proyecto del Ministerio Coordinador de Patrimonio del Ecuador, ha considerado sus esfuerzos para que ciertas edificaciones sean tratadas en esfuerzos interinstitucionales comunes orientados a la intervención.

Se conoce que el edificio de la Gobernación de Latacunga será intervenido en una restauración y rehabilitación arquitectónica bajo este plan. El edificio sede del Ejecutivo Provincial fue construido sobre una planta colonial que, en los albores de la independencia, fue propiedad de Baltazara Terán Garzón. Sobre el particular esperamos con gran expectativa que el tratamiento de dicha rehabilitación involucre y considere la integralidad de la sociedad latacungueña y cotopaxense.